Flor Jennifer
¡Por los dioses, que doncella tan hermosa!
Tan blanca como la nieve,
tan fina como una mariposa,
me derrito ante ella cuando me dice que me quiere.
Sus ojos; dos soles de eterno fulgor,
sus labios; par de pétalos rojos de tierno candor,
su cuerpo; como la flor que brota y desprende su candente dulzor.
Locura y delirio me atrapa por su íntimo resplandor.
Tu mirada tierna me pierde en el cosmos de tus pensamientos.
Linda mujer de nieve, me ahogan las palabras que brotan de tus ojos.
Oh niña hermosa, tu melódica sonrisa desvanece mis temores melancólicos.
Quiero llegar al centro del Universo y fundirme en tus labios rojos.
Te miro y me enterneces,
pero muero en agonía porque ya no me perteneces.
Tan blanca como la nieve,
tan fina como una mariposa,
me derrito ante ella cuando me dice que me quiere.
Sus ojos; dos soles de eterno fulgor,
sus labios; par de pétalos rojos de tierno candor,
su cuerpo; como la flor que brota y desprende su candente dulzor.
Locura y delirio me atrapa por su íntimo resplandor.
Tu mirada tierna me pierde en el cosmos de tus pensamientos.
Linda mujer de nieve, me ahogan las palabras que brotan de tus ojos.
Oh niña hermosa, tu melódica sonrisa desvanece mis temores melancólicos.
Quiero llegar al centro del Universo y fundirme en tus labios rojos.
Te miro y me enterneces,
pero muero en agonía porque ya no me perteneces.

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