Pesares
Deja que devore tus problemas. Toma tus penas y envuélvelas en papel aluminio, en papel estraza o en un trapo de cocina, como tú quieras. Pero dame tus pesares para que los prepare con pico de gallo y me los coma con tortilla. Permíteme servirte agua cristalina que tranquilice tu corazón, y sobre tu plato una caricia que de alivio a tu alma. Y a cambio sólo quiero que me des a comer tus penas, y que me regales la mirada tuya, para llevarla siempre conmigo.